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Gobierno prepara trabajos de recuperación para el cerro Cayumanque de Quillón y la Reserva Ñuble afectadas por incendios

Miles de hectáreas de bosque nativo y áreas silvestres protegidas desaparecen cada año en la Región del Biobío y el país, producto de los incendios forestales que se originan mayormente durante la época estival.

Ya sea por la irresponsabilidad del hombre al no manejar adecuadamente el fuego en zonas rurales o por prácticas de rectamente intencionadas, como también por efectos de la propia naturaleza mediante tormentas eléctricas, en Ñuble vastas extensiones de vegetación protegida han sido calcinadas en los últimos años.

Al menos 25 mil hectáreas se han perdido en la provincia por efectos del fuego; no obstante, el Gobierno a través de la Secretaría Regional del Ministerio del Medio Ambiente y de la Corporación Nacional Forestal (Conaf) de la Región del Bio Bío, está preparando ambiciosos programas de reforestación con los que se buscará restaurar lo siniestrado.

PLANTACIÓN EN EL CERRO

Han pasado cuatro años y 17 días exactamente del megaincendio que mantuvo en vilo a Quillón y a toda la provincia por casi una semana.

El siniestro redujo a cenizas más de 20 mil hectáreas de vegetación del emblemático cerro Cayumanque, lo que se configuró como el daño ecológico más importante que haya sufrido el medio ambiente ñublensino.

Tras el triste balance luego del grave incidente, las autoridades de gobierno de la época elaboraron el Programa Restauración Ecosistema Cayumanque, con el que se plantearon las medidas de largo aliento que ve deberán realizar para recuperar el icono natural quillonino.

Si bien ya se habían empezado a realizar trabados preliminares en el sector desde mediados del año 2013 en abril próximo el plan inicia su etapa decisiva, según explicó el secretario regional del Ministerio de Medio Ambiente, Richard Vargas.

Serán al menos 150 mil ejemplares arbóreos los que se plantarán en el cerro este año, los cuales abarcarán alrededor de 150 hectáreas, de acuerdo a los cálculos del seremi Vargas.

«Tenemos actualmente 280 mil plantas para el cerro Cayumanque en viveros, muchas de ellas en custodia, de tal manera que podamos hacer las plantaciones entre mayo y julio; creemos que este año terminaremos cultivando alrededor de 150 mil ejemplares», sostuvo el funcionario de gobierno y añadió que serán casi 2.700 millones de pesos los que se invertirán este año.

Vargas afirmó que con el plan piloto que partió hace dos años y medio se restauraron 10 hectáreas del cerro, trabajo que sirvió para identificar la mejor manera de realizar el proceso de reforcstación.

«Descubrimos que la protección que debía tener el árbol o la planta era importante para las inclemencias climáticas como el Sol y la fauna que se come los brotes de los ejemplares por eso ideamos un forma de garantizar su supervivencia», señaló.

El seremi calculó que en los próximos dos años el Cayumanque ya tendría 300 hectáreas reforestadas con peumos, boldo, quillay y avellano entre otras especies.

TRABAJOS EN LA RESERVA

De las 4.536 hectáreas que abarcó el incendio ocurrido en la Reserva Nuble hace un año, 2.200 de ellas tienen algún grado de gravedad.

Alberto Bordeu, jefe regional del Departamento de Áreas Silvestres Protegidas de Conaf, enfatizó que 1.197 de ellas sufrieron una severidad baja. 831 tuvieron un impacto medio alto y 222 de tipo alto.

El funcionario adelantó que se evaluarán dos tipos de reforestación para la reserva, una a través del cultivo de árboles y la otra, mediante la dispersión de semillas en las zonas siniestradas.

Bordeu detalló que sería un espacio de media hectárea de extensión en donde se aplicará el piloto para lo cual necesitarán recoger anticipadamente las semillas desde el mismo lugar afectado por el incendio, labor que se realizaría a fines de marzo.

«El esfuerzo de reforcstación es enorme, por eso lo que vamos a empezar a hacer en la época de otoño son ensayos a menor escala para saber cuál método funciona mejor», Indicó Bordeu, y aseguró que un trabajo como el que se está planificando podría requerir por lo menos diez años para ver los resultados.

Junto a los intentos de Conaf por rescatar el área protegida quemada por el incendio en la reserva, Bordeu reiteró que la propia naturaleza está haciendo lo suyo al presentar regeneración en algunos sectores donde se pensó irrecuperable.

«Una de las cosas que nos da mucha esperanza está en las zonas con daño medio. En las últimas visitas que hemos hecho a la reserva vimos que algunos árboles que quedaron en pie están con brote y como cualquier reacción biológica natural, una especie que está a punto de morir produce muchas semillas y puede que este comportamiento sea mucho más eficiente de lo que nosotros podamos hacer en ese lugar», enfatizó.

Alberto Bordeu explicó que los trabajos preliminares que se harán se financiarán con dineros públicos ya sea sectoriales o del Gobierno Regional. Por otro lado, aclaró que cuando se tenga que ejecutar la reforestación necesitarán de mayores recursos, para lo cual tienen pensado postular a proyectos internacionales para garantizar los trabajos.

Fuente: Diario La Discusión